“Lo
que hace bello y adorable a todo niño recién nacido es su Esencia; esta
constituye en sí misma su verdadera realidad”. (Samael Aun Weor.
“Psicología revolucionaria”. Cap.
Introducción
El sentido del autoconocimiento y de la
ciencia de la meditación
"Volver al colegio me hace muy feliz.
Mi sueño es que todos los niños en el mundo puedan ir a la escuela porque es su
derecho básico". (Malala Yousafzai, 19 de marzo de 2013).
Las líneas básicas del trabajo interior
·
Esta labor implica una firme resolución del
sujeto en los hechos de “estar alerta”
a la expresión de su Esencia, reconocerse como tal y advertir su manifestación
a través de sus atributos.
·
Otra línea del esfuerzo a mantener presente,
concierne a la personalidad propia, sus roles y características tal como se
muestran en la vida diaria. El objetivo de este afán es advertir el estado de
sueño que provoca, evitarlo y ejercitar con inteligencia una personalidad
equilibrada.
·
La tercera tarea será aprehender los procesos de
identificación, fascinación e hipnosis. Observar detenidamente por donde se
estructura el condicionamiento de
La expresión de
“De cierto os digo, que el que no reciba el
reino de Dios como un niño, no entrará en él.” (Marcos 10:15).
Del nacimiento
hasta aproximadamente los tres años, el centro de gravedad psicológico del
chico se halla en
“El niño, con su enorme potencial físico e intelectual, es un milagro
frente a nosotros. Este hecho debe ser transmitido a todos los padres,
educadores y personas interesadas en niños, porque la educación desde el
comienzo de la vida podría cambiar verdaderamente el presente y futuro de la
sociedad. Tenemos que tener claro, eso sí, que el desarrollo del potencial
humano no está determinado por nosotros. Solo podemos servir al progreso del
niño, pues este se realiza en un espacio en el que hay leyes que rigen el
funcionamiento de cada ser humano y cada desarrollo tiene que estar en armonía
con todo el mundo que nos rodea y con todo el universo”. (María Montessori. Wikipedia, la
enciclopedia libre. Clave: método Montessori).
“Hablando francamente y sin ambages, diremos
que el crecimiento espontáneo y natural de la Esencia, sólo es posible durante
los primeros tres, cuatro y cinco años de edad, es decir, en la primera etapa
de la vida...” (Samael Aun Weor. “Psicología revolucionaria”. Cap. La
Esencia).
“El niño en su etapa de aprendizaje se asirá
a estereotipos, para resolver sus necesidades biológicas y sociales, asumiendo
determinados patrones y modelos de conducta, que le sirven de pauta para
satisfacer esas necesidades y orientarse en el medio social. Normalmente, la
persona no debe buscar nada fuera de esos patrones y mucho menos crear otros
nuevos, si no quiere ser rechazada. Así el individuo provisto de esas reglas,
normas y modelos de interacción social se convierte en una personalidad social,
sujeta a todas las actividades al nivel de civilización de su sociedad, que
moldean su personalidad”. (Wikipedia, la enciclopedia libre. Clave:
Psique).
En conclusión,
las distintas etapas del desarrollo físico, psicológico y social del recién
nacido hasta su madurez producen que
La expresión de
“El alma se conoce, es consciente siempre.
Pero no siempre está pensando o recordándose a sí misma, porque el alma vive
olvidada de sí cuando, al estar vertida fuera de sí, volcada en los objetos
externos que entran por las ventanas de los sentidos. “Por tanto, yerra el alma
cuando se une a estas imágenes con amor tan extremado que llega a creerse de
una misma naturaleza con ellas” (De Trin.[9],
X, VI, 8). En consecuencia, para que el
alma se descubra a sí misma “Despójese de lo que se añadió” (De Trin., X,
VIII, 11) de modo que pueda retornar de
la atención a la pluralidad de objetos, a su unidad esencial y trascendente”.
(Javier Alvarado. “Meditación no dual”. Cap. San Agustín y el método de la
atención a sí mismo).
“La lámpara del cuerpo es el ojo; así que,
si tu ojo es sencillo, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es
inicuo, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Si en realidad la luz que hay en ti
es tiniebla, ¡cuán grande es esa tiniebla!”. (Mateo 6:22-23).
La inquietud de
“En esta búsqueda de la propia
trascendencia, de la felicidad o de Dios, ¿con qué instrumentos cuento yo? Si
todo hombre posee ya algo íntimo que le emparienta con Dios no se trata de
buscar algo fuera de él, sino de poner en marcha un proceso de interiorización
que le facilite el desapego a aquello que le estorba y le conecte con aquello
que es él mismo”. (Javier Alvarado[11].
“Historia de los métodos de la meditación no dual”. Cap. San Agustín y el método
de la atención a sí mismo).
“No es lo mismo saber de veras que limitarse
a repetir lo que comúnmente se tiene por sabido. Saber que no se sabe es
preferible a considerar como sabido lo que no hemos pensado a fondo nosotros
mismos. Una vida sin examen, es decir, la vida de quien no sopesa las
respuestas que se le ofrecen para las preguntas esenciales ni trata de
responderlas personalmente, no merece la pena de vivirse”. (Fernando Sabater[12].
“Las preguntas de la vida”. Cap. Introducción, el porqué de la filosofía).
La inocencia del alma
“En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo:
Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas
de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños”. (Mateo 11:25,
Lucas 10:21-22).
El ego es un
accidente dentro del universo del Ser. Una clave que el estudiante puede
practicar consiste en centrarse en el corazón y sus valores, tanto en la
meditación como en la vida práctica. Si del subconsciente emerge un elemento subjetivo,
entonces, “se percibe como algo extraño o
ajeno”. Esta advertencia implica evitar la identificación, es una atención
proactiva de la conciencia. Esto facilita la separación psicológica, y la
observación del centro desde donde emana esta energía hipnótica. Este proceso
de comprensión es muy distinto a lo que uno vive normalmente con la
personalidad y su sueño.
“El anhelo hace que nuestra atención
permanezca centrada en el corazón y mantiene vivo el recuerdo de nuestra
naturaleza real”. (Llewellyn
Vaughan Lee. “Sufismo, la transformación del corazón”. Cap. El anhelo
del corazón).
Desde el corazón
o la Esencia, la conciencia se halla en su morada, plena, tiene a su alcance todos
los recursos o atributos para actuar de forma recta. El descubrimiento es
inmediato, ¡es un ego! Difícilmente
se justifica con la mente.
“Los
niños pequeños antes de los siete años están llenos de sencillez y verdadera
belleza interior debido a que sólo se expresa a través de ellos la viviente
Esencia de la vida en ausencia total del yo psicológico. Nosotros debemos
reconquistar la infancia perdida, en nuestro corazón y en nuestra mente.
Nosotros debemos reconquistar la inocencia si es que de verdad queremos ser
felices”. (Samael Aun Weor. “Educación fundamental”. Cap. La sencillez).
El trabajo
interior sobre la libración de la Esencia embotellada convierte al estudiante
en un niño sabio y feliz.
La pérdida del centro de gravedad
psicológico de la Esencia
“Ostensiblemente hay en cada uno de nosotros
algo que nos amarga la vida y contra lo cual necesitamos luchar firmemente...” (Samael
Aun Weor. “Psicología revolucionaria”. Cap. Acusarse a sí mismo).
El niño de corta
edad establece, principalmente, su relación con las personas conocidas a través
del centro emocional, tanto el superior como inferior, y el centro instintivo. El
infante nace con su centro emocional abierto, percibe todo lo que sucede del
exterior: voces, tonos, gestos, sonrisa, caricia, atención o inatención, etc.
Igualmente, su corazón expresa los valores de la Esencia de forma natural.
“La Esencia se alimenta con ternura, cariño
sin límites, amor, música, flores, belleza, armonía, etc.” (Samael Aun
Weor. “Educación fundamental”. Cap. La humana personalidad).
“Los altercados entre el padre y la madre
por cuestión de celos, el llanto y los lamentos de la madre afligida o del
marido oprimido, arruinado y desesperado, dejan en la personalidad del niño una
marca indeleble de profundo dolor y melancolía que jamás se olvida durante toda
la vida”. (Samael Aun Weor. “Educación fundamental”. Cap. La personalidad
humana).
En muchos casos,
la Esencia termina por esconderse de la existencia. El individuo crea estrategias
y resortes psicológicos en su humana personalidad, para resguardarse de los
demás y de los eventos angustiosos que la asaltan. La vida se torna para muchas
personas en una lucha contra el dolor, una huida o una búsqueda de protección.
El ser humano herido, lastima a otros para compensar, o en su afán de ampararse
del padecimiento. El alma sobrevive en un mundo hostil que no comprende, porque
esta sociedad se establece sobre una base insensata y contradictoria. Durante
la infancia, el sujeto suscita y refuerza muchos agregados psicológicos que se
establecen en la personalidad, y la condicionan.
“No es indispensable que continuemos en
desgracia, es impostergable reducir a polvareda cósmica eso que nos hace tan
débiles e infelices. (Samael Aun Weor. “Psicología revolucionaria”. Cap.
Acusarse a sí mismo).
No solo el sufrimiento determina a la futura personalidad del infante. El placer y la satisfacción también diluyen los atributos del corazón, porque encaminan a la Esencia hacia una vía equivocada. Por falta de madurez, el niño, desde la más tierna edad, es atraído por lo exterior y lo material. Las sensaciones y los gustos le abren la puerta del deseo. El alma se olvida de sí misma, abandona sus cualidades innatas, y cae en la rueda de la dualidad: “satisfacción-frustración”. La Esencia enredada entre el disfrute y el dolor cede ante las carencias del ayer y del ahora, estas se incorporan y desarrollan dentro de la psiquis del individuo. Desde esta perspectiva, la personalidad se forma en detrimento de la Esencia, esta última detiene su progreso. Según los acontecimientos, las bases y las características de la personalidad se acrecientan con más fuerza, la estructura psicológica se complica, y se perfila hasta la edad adulta.
Conclusión
Tabla de ilustraciones
“Psique”, (1892). Autor: Adolphe William Bouguereau. Localización:
colección privada.
“Infancia idílica”, (1900). Autor: Adolphe William
Bouguereau. Localización: Museo de Arte de Denver, EEUU.
“Psique abandonada”, (1795). Autor: Jacques-Louis
David. Localización: colección privada.
Esta obra simboliza a la Esencia libre según el
cuento, “El asno de oro o las metamorfosis”, de Lucio Apuleyo, en el momento
que esta es abandonada por cupido: el amor verdadero.
“La edad de la inocencia”, (1788). Autor: Joshua
Reynolds. Localización: Museo y galería de arte de la ciudad de Plymouth, Devon, Reino
Unido.
“La inocencia”, (1893). Autor Adolphe William
Bouguereau. Localización: colección privada. El autor representa en esta obra
la inocencia a través de sus símbolos más comunes. El niño alude al mundo de la
infancia; el cordero, fue escogido por las tres religiones monoteístas como
símbolo de sacrificio por su docilidad, en el sentido que no hace daño, tal como
se describe en el texto; la mujer vestida de blanco se vincula a la pureza de
la inocencia.
“El cordero,
por el color genérico de su lana, su juventud y docilidad, es representado
desde la antigüedad como un símbolo casi universal de dulzura, inocencia,
mansedumbre y pureza. Es de resaltar que no se conoce ninguna sociedad que le
haya atribuido una simbología negativa”.
(Wikipedia, la enciclopedia libre. Clave: cordero).
“Un alma en el infierno (1910). Autor: Evelyn de
Morgan. Localización: Fundación De Morgan, Londres. Este cuadro contrasta lo
exterior y el plano interno. El personaje central está rodeado de riqueza y
belleza, sin embargo, su estado anímico es de infelicidad. A su derecha se
aprecia una entidad que representa al ego que provoca dicho estado psicológico.
"Este
hombre, rodeado de todo lo que es bello y deseable, por la fuerza de su propio
espíritu oscuro habita en un infierno de su propia creación". (Catálogo de la exposición Edith Grove de 1916).
Lecturas
“El objetivo supremo de la búsqueda
espiritual consiste en abrirse a la propia alma, a fin de poder penetrar en el
alma del universo, presente en la más imperceptible partícula de materia. La
vía que adoptemos, si uno se aplica a seguirla, debe conducir a esa
realización. Ahora bien, la meta no puede alcanzarse entretanto uno se deje
dominar por la apatía y la ceguera. Para ampliar y desarrollar la conciencia
individual, es indispensable, por una parte, reconocer la necesidad del
esfuerzo, y por otra, actuar con plena lucidez. Es preciso querer progresar sin
interrupción hacia una verdadera comprensión del mundo. Entonces se desvela
poco a poco ante nuestros ojos el camino que conduce al Ser, y nos acercamos
cada vez más al núcleo supremo de la vida”. (Rabindranath Tagore. “La
morada de la paz”. Cap. La visión interior).
“Quiero comprenderme a mí mismo. No sé lo
que soy, de verdad no lo sé. Tengo que descubrirlo. Tengo que aprender sobre mí
mismo por mí mismo, no a través de otros, a través de los profesionales. Puede
que tengan razón o no la tengan, ellos no son lo importante; lo importante es
aprender sobre uno mismo. Aprender significa que tengo que observar, que no
tengo que abordarlo desde una conclusión, un perjuicio o alguna clase de
esperanza, Tengo que aprender, descubrir lo que es. ¿Lo hará? ...Quiero
descubrir, entonces, miro, observo; solo puedo observar en la relación: cómo
reacciono, el enojo, los celos, la ira, la envidia, la violencia, la
dominación, la represión; ya saben, observar el movimiento entero” (Jiddu
Krishnamurti. “Reflexiones sobre el yo”. Cap. El yo y la identificación).
Poema
Divina psiquis
Rubén Darío
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[1]
“La ontología es la investigación del Ser
en tanto que es, o del Ser en general, más allá de cualquier cosa en particular
que es o existe”. (Wikipedia, la enciclopedia libre. Clave: ontología).
[2]
“La palabra esencia proviene del latín
“essentia” que a su vez proviene del infinitivo del verbo latino “esse”, ser
(igual que existir), cuyo participio “ens” es el ente como: ser que existe”.
(Wikipedia, la enciclopedia libre. Clave: esencia).
[3]
“Soplo, de allí, aliento; fuerza vital;
vida; entonces, alma del ser viviente; individualidad personal; parte
inmaterial e inmortal del ser”. (“Diccionario etimológico de la lengua
griega”. Pierre Chantraine (1899 – 1974), lingüista y helenista francés,
profesor en
[4]
En este sentido, el texto se refiere al sufrimiento que no se origina por
alguna patología concreta. En ese caso, el autoconocimiento exhorta a la
persona que sea atendida por un facultativo acreditado.
[5]
“La socialización es factible gracias a
los agentes sociales, que se pueden identificar como la familia, la escuela,
los iguales y los medios de comunicación. Además, son las instituciones e
individuos representativos con capacidad para transmitir e imponer los
elementos culturales apropiados”. (Wikipedia, la enciclopedia libre. Clave:
socialización).
[6]
Fundamentado en el tercer estado de conciencia.
[7]
Lo que se experimenta como ego o agregado psicológico.
[8]
Diligencia, equilibrado, autónomo, sincero, humilde, sensible, sencillo, justo,
leal, creativo, amable, paciente, tolerante…, en un grado suficiente que lo
convierta en un adulto con dignidad.
[9]
Obra:” La doctrina trinitaria”. Título original: “De Trinitate”, de San Agustín de Hipona.
[10]
Génesis 4:1-16. Esta es una interpretación básica. Existen, paralelamente, en
este mito otros significados simbólicos.
[11]
Javier Alvarado Planas es catedrático de Historia de las Instituciones en
[12]
Filósofo e intelectual español, (San Sebastián, 1947). Novelista y autor
dramático, destaca en el campo del ensayo y el artículo periodístico. Premio
Planeta en 2008, con la obra, “La
hermandad de la buena suerte”.
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